Los pueblos de nuestra región han ido cambiando en todos los aspectos, acomodándose a los tiempos actuales, lo cual no debe sorprender. Se han ido modernizando como no podía ser de otra manera, y su fisonomía en cierto modo ha ido cambiando. Como es natural donde más podemos observar este cambio es en la construcción de su casas. Aquellos pueblos en que su número de habitantes es muy numeroso y su extensión e importancia también los son, este cambio es mas notable. Y su fisonomía se ha transformado dejando atrás el tipismo y la construcción tradicional, convirtiéndose en pequeñas ciudades. Y aunque todos los pueblos en general han sufrido y vienen sufriendo variación en su fisonomía, afortunadamente en aquellos pueblos que todavía son pequeños, se conserva su tipismo. Y conservan en su mayoría aquellos elementos que siempre acompañaron a las casas de pueblo.
![]() |
Horno de leña |
Desde el patio habitual, de todos conocidos, hasta el corral, también conservan en muchos casos el horno de leña donde hacían el pan, la cuadra lugar destinado a los semovientes, el cuarto para los aperos de labranza, el típico pozo algo que no puede faltar en una casa de pueblo. Incluso en algunos casos hasta un pequeño huerto. Y tantos otros elementos, que entonces fueron imprescindibles ye hoy son elementos decorativos. Todo ello hace que prevalezca la esencia del pasado en el entorno actual.
Pequeño huerto interior |
![]() |
Detalle del corral |
![]() |
El pozo |
![]() |
Las paredes no pueden estar desnudas |
![]() |
Macetas sobre el encalado del patio |
Si la extensión de la parte trasera de la casa lo permitía, se habilitaba un pequeño huerto donde se podía sembrar alguna que otra hortaliza, que naturalmente era aprovechada en la cocina. No faltaba el perejil y la hierbabuena, tan simples y tan necesarios en muchos platos típicos. A veces había elementos inservibles que se situaban en un rincón y se aprovechaban como pequeños complementos decorativos. Como podemos ver aquí. Una olla grande, que ya dio su utilidad, se blanquea con cal, se deja en un lugar del patio y nos queda un bonito y curioso objeto de adorno.
El jarrillo de lata o aluminio para regar las macetas de la pared |